Pelamos la cebolla y la cortamos en trozos pequeñitos.
La ponemos en un tupper o en una bolsa y le añadimos una cucharada de harina y sal, y lo mezclamos todo bien.
Lo ponemos en una bandeja de horno con papel vegetal y con el horno precalentado a 180 grados, lo horneamos durante 30-45 aproximadamente (remover cada 10 min aprox).
Dejar enfriar y ¡listo!
TIPS: No lo guardes en el tarro hermético hasta que se enfríe del todo porque sino puede ponerse blanda. Córtala toda del mismo tamaño para que se hagan a la vez (sino puede que algunos trozos se queden blandos o se quemen). Tiene que dorarse bien para que queden crujientes.